Por Luis Alonso Colmenares

Más de la mitad de los habitantes de nuestro país son mujeres y son una fuerza laboral responsable y por acompañarlas a conseguir su última gran conquista: la igualdad con el hombre en derechos y obligaciones. La mujer colombiana es pionera en lograr grandes cambios y lo es también en lograrlos a pulso. Sin ir más lejos, en mi propio departamento, La Guajira, las mujeres acaban de dar un salto político sin precedentes. Dos mujeres guajiras ha sido elegidas senadora y representante a la cámara: Martha Peralta Epieyú y Karmen Ramírez Boscán, respectivamente.

La elección como congresistas de Martha Peralta Epieyú y Karmen Ramírez Boscán, es una cuestión nunca antes vista en La Guajira. Se trata de quienes tienen como tarea -entre otras- demostrar la valía de la mujer colombiana y de la mujer Wayúu.

Sin duda, harán una representación digna de ambas continuando el camino que ya antes otras mujeres abrieron en la política de nuestro país desde la región.

En este caso me cabe la expectativa de que por fin habrá dolientes para que sean cumplidas las órdenes que dio la Corte Constitucional a través de la sentencia T302/17 al declarar la existencia de un estado de cosas inconstitucional en relación con el goce efectivo de los derechos fundamentales a la alimentación, a la salud, al agua potable y a la participación de los niños y niñas del pueblo Wayúu.

Y en tal sentido espero que las nuevas congresistas guajiras no se vayan a dejar llevar de su condición de género e ideológica para legislar con el resentimiento, sino que a partir de la razón lleven a cabo las gestiones necesarias para reivindicar su raza en beneficio de La Guajira, y de todos los que somos oriundos de ese pedazo de tierra que se mete al mar como si quisiera pelear, de manera engreída y altanera para que el mundo sepa que hay una princesa ahí, con una belleza india, bonita y linda de cuna noble; parodian-do al poeta Manjarrez.

Quiero creer que por fin le apareció dolientes al uso de los recursos que son transferidos a los resguardos indígenas a través del Sistema General de Participaciones. Un mundo de plata que no se sabe a donde llega ni para donde se va. Lo que si se sabe es que lo desaparecen sin utilizarlo para lo cual está previsto en la Constitución y en la Ley.

Pero también hay que ser sinceros. No todo ha sido bueno para La Guajira en el proceso electoral llevado a cabo el pasado el pasado 13 de marzo. Hay un sabor agridulce.

Quién explica las razones por las cuales un candidato al senado, totalmente foráneo al departamento de La Guajira, saca en el municipio de Uribia más de 10 mil votos y en el departamento más de 20 mil.

Algunos dicen que la explicación está en el hecho de que se trataba de un candidato promovido desde el Consejo Nacional Electoral. Vaya usted a saber.

En varias ocasiones se denunció la manera como hacían largas filas todos los días en la Registraduría de Uribia para la expedición e inscripción de cédulas. Y todo mundo comentaba la inusual actividad, pero ninguna autoridad se preocupó por investigar la razones.

De todas maneras quedaré pendiente de conocer las iniciativas que en contra-prestación llevará a cabo el foráneo senador de la República en beneficio del departamento, o el apoyo que recibirá la región por las gestiones que promueva en favor de la gente guajira.

Porque no duda hay de que esos más de 20 mil votos fueron fundamentales para su elección. Y esos mismos resultados electorales van a incidir en la elección presidencial. Porque a la misma gente la van a llevan en los mismos camiones por las mismas trochas para que voten en los mismos sitios pero por un tal candidato a la presidencia de la República… Eso está cantado.
Y como dijo el filósofo de La Junta: Se las dejo ahí…