La influenza es una infección que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. La duración de la infección es de alrededor de una semana y se caracteriza por la aparición de fiebre alta, dolores musculares, dolor de cabeza, malestar general, tos seca, dolor de garganta y rinitis y puede confundirse con una infección por la covid-19.

La mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas de edad y personas aquejadas de otras afecciones médicas graves, la infección puede conllevar graves complicaciones de la enfermedad subyacente, provocar neumonía o causar la muerte.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reportan que en los últimos años entre el 70% y el 90% de las muertes relacionadas con la influenza estacional (AH1N1) se produjeron en personas de 65 años o más y que entre el 50% y el 70% de las hospitalizaciones relacionadas con esta enfermedad se produjeron en personas de ese grupo de edad, por lo que es de gran importancia que todos los adultos mayores se apliquen esta vacuna.

“Se calcula que el 10% de la población mundial la adquiere anualmente, con una mortalidad considerable en mayores de 60 años. Este virus tiene la propiedad de cambiar constantemente, por lo cual se necesita realizar una vacunación anual”, explicó Claudia Cuéllar, subdirectora de enfermedades transmisibles de Minsalud.  

Argumentó, además, que la vacuna contiene los virus que más circulan cada año contra los cuales nos debemos proteger y genera una protección entre 70% y 80%, la cual puede durar hasta un año. “La vacunación contra la influenza no protege contra otros virus diferentes a los que contiene la vacuna”, sostuvo. 

En Colombia se utiliza la vacuna que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que dispuso desde el 27 de abril de 2020 cerca de 2´100.000 dosis pediátricas, 3´100.000 dosis para adultos y 342.000 dosis para personal de la salud de vacunas contra influenza estacional, garantizando su disponibilidad en todos los puntos de vacunación de los 1122 municipios de las 37 entidades territoriales del país.

El objetivo, según detalló Cuéllar, es vacunar en 2020 alrededor de 387.000 niñas y niños menores de un año, 361.000 niñas y niños de un año, 387.000 mujeres gestantes a partir de la semana 14, 834.000 personas con diagnósticos de riesgo (hipertensión, diabetes, obesidad, asma, enfermedad renal, entre otras) 342.000 trabajadores de la salud y 2.000.000 de adultos a partir de los 60 años.

“Desde el pasado 4 de septiembre se incluyeron además los siguientes grupos: población infantil de 3 a 5 años, población general a partir de los 50 años de edad, personas que convivan con adultos mayores de 60 años o que convivan con pacientes con patologías crónicas”, afirmó Cuéllar.

Este año, debido a la situación actual por la pandemia ocasionada por el covid-19, la cual ha mostrado una mayor morbimortalidad en la población con patologías crónicas y adultos mayores de 60 años, se hace necesario aunar esfuerzos para además de fortalecer las medidas higiénico – sanitarias.

“Se debe sumar la vacunación contra la influenza estacional como una medida para proteger a la población de mayor riesgo de tener complicaciones causadas por los virus circulantes de influenza y facilitar la identificación y diagnóstico de una posible infección por la covid-19”, concluyó Cuéllar.

Finalmente, el país cuenta con cerca de 3.000 puntos de vacunación públicos y privados que están disponibles para ofertar las vacunas del esquema nacional de vacunación de manera gratuita y con protocolos de seguridad para disminuir el riesgo de transmisión de la covid-19, tanto para el usuario como para el trabajador de la salud.