En broma y en serio

Mi nombre es Bebesio, el niño consentido de Doña Carmen. Mis enemigos, los envidiosos, me sacaron del poder. Pero ellos no contaban con mi astucia, de esas que uno aprende en Harvard. Primero ejercí el pataleo para ganar tiempo y cristalizar mi jugada maestra en la que logré repartir 300 mil millones de barras. Luego hice nombrar en mi remplazo a uno de los míos como gobernador en cuerpo ajeno.

Es decir, sigo en el poder, sigo mandando, duélale a quien le duela. Ahora los envidiosos se estarán preguntando cómo voy a direccionar esos 300 mil millones de barras. No estoy obligado a decírselo, pero se los voy a decir enseguida para hacerlos sufrir desde ya: con eso hago obras en todos los municipios (no importa que sean las menos necesitadas), compro a los controladores, reparto la mermelada de rigor, financio la campaña exitosa a la Gobernación, compro la curul del Senado para mi grupo y aseguro mi más ambicioso proyecto de vida.

Y seguiré en el poder, porque en La Guajira todo es posible. Y tengan la seguridad que si me vuelvo a lanzar, este amado pueblo me elige. Y para finalizar, a todos mis coterráneos guajiros les doy un consejo: la vida es corta… Sonríele a quien llora, ignora a quien te critica y sé feliz con quien te importa. Yo seguiré mi vida chévere.

Un abrazo para todos.