Por Óscar Domínguez Giraldo

Veamos qué nos depara el 2024:

Aries: Si cree que va a conseguir plata sin trabajar, se montó en el bus que no era. Alguien dijo que nunca tuvo más suerte que cuando trabajó de sol a sol. En el amor, no desee la mujer de su prójimo. “Ni a su prójimo”, según la receta de Les Luthiers. En salud, procure seguir la mejor de las dietas: comer de todo…, si le alcanza la quincena.

Géminis: Está predestinado a ser un rico sin plata. Recuerde que el amor se encuentra cuando dos ojos que no se buscan se encuentran. En cuanto a la salud, el auténtico Géminis come lo que quiere, no lo que cree que le puede hacer daño.

Leo: No me meto con este signo porque tengo dos “enemigos íntimos” y tres “culebras” nacidos bajo su paraguas. Pero para no dejar colgados de la brocha a los “leo”, pueden leer su futuro mirándose al espejo, ese inmejorable horóscopo de pared.

Libra: El signo de los que no sabemos si vamos o venimos, como los gallegos. Lo digo por experiencia propia.  Un auténtico libra se pasa el tiempo tratando de ser el fiel de la balanza en la salud, en el dinero y en el amor.

Sagitario: Para tener un buen año, convierta a su pareja en su permanente arrocito en bajo. En  cuanto al dinero, tenga en cuenta que la riqueza no está en tener mucho sino en necesitar poco.

Acuario: ¡Qué buen signo para pescar exitosamente! Por ello lo recomendable es leer una vieja edición del almanaque Brístol. Si no pesca, consuélese con saber si esta tarde va llover.

Piscis: El clásico Piscis tiene claro que querer es no poder. Esto me permite pasar al siguiente signo, sin más poesía.

Escorpión: El signo de mis padres. Tan diferentes el uno del otro que duraron 63 años casados. Moraleja: si quieres tener pareja para siempre, imigte a don Luis y doña Geno.

Virgo: Sospeche de esa persona que lo ama pero se le van los ojos detrás de cualquier falda. Aquí no hay mucho de predicción pero ¿quién no se ha equivocado alguna vez en la vida? Horoscopista que acierte siempre está perdido. Hay que equivocarse sin perder credibilidad.

Cáncer: El futuro está hecho de la suma de retazos de nuetro pasado.  Shakespeare decía que “estamos hechos de la misma tela de nuestros sueños”. Para ir a la fija, consulte con su Freud de cabecera que estará en capacidad de adivinarle su pasado, lo único seguro que tenemos.

Tauro: Perdón, tauros y taurinos, pero llegué agotado a este signo. Además, sólo me gustan los toros en bisté. 

Capricornio: Bueno, con el signo de Jesús, nacido el 24 de diciembre, es mejor no especular. ¿Qué tal tener a Dios en la oposición?

En todo caso, si las cosas no le salen bien, los nacidos bajo este – o cualquier signo- recuerden que siempre pueden destituir a su horoscopista. O dejar que el azar trabaje por usted.

Me largo con mi bola de cristal.