Por Amylkar Acosta Medina
La pandemia del COVID 19, ahora en su cuarto pico por cuenta de la variante Ómicron, de la cual se dice que es más contagiosa pero menos letal, sigue cobrando más de un centenar de víctimas fatales diariamente en Colombia. En la guajira en particular se han sentido sus estragos. Cuántos amigos y familiares, cuántas vidas no hemos perdido en esta racha que ya se prolonga por espacio de dos largos años, que se han convertido en una verdadera pesadilla.
Esta vez el turno fue para el líder nato del pueblo Wayüu John Jairo Iguarán, quien luchó en vida a brazo partido en defensa de su etnia y se consagró a ella, siempre en la primera línea, lo que le valió la persecución, las amenazas y muchas veces hasta el extrañamiento de su territorio ancestral. Pero él nunca se arredró y encaró a sus enemigos con la entereza y arrojo propios de su casta. Nunca lo pudieron silenciar, ni siquiera los atentados de los cuales fue blanco.
John Jairo fue un caracterizado líder social y político. Ocupó una curul en la Duma departamental de La guajira y también en la Cámara de Representantes, en fórmula con el ex representante Jaime Espeleta. Allí, desde esa tribuna, promovió debates importantes y se convirtió en la voz autorizada del pueblo Wayüu, al tiempo que impulsó proyectos importantes en su beneficio. Entre ellos se destaca el Proyecto de ley de su autoría, radicado en la Cámara de Representantes, “por el cual se crea el Fondo promotor de agua potable en el Departamento de La guajira”.
Ahora que la campaña electoral está en pleno apogeo para elegir a quienes representarán a la guajira en el Congreso de la República, le hacemos un llamado a los aspirantes al mismo para que retomen este proyecto. Este sería el mejor homenaje que se le puede rendir luego de su partida y al mismo tiempo la mayor y mejor contribución a la solución de la inveterada problemática de la carencia del suministro de agua potable a las comunidades indígenas.
John Jairo, además fue un abanderado de la lucha en pos del cumplimiento por parte del Gobierno tanto de las medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Resolución 60. Diciembre de 2015) en orden a “preservar la vida y la integridad de niños y adolescentes de Riohacha, Uribia, Manaure y Maicao”, como las que dictó la Corte Constitucional al declarar el Estado de cosas inconstitucional (Sentencia T – 302. Marzo de 2017). Esta es una asignatura que él deja pendiente para que otros sigan la trilla y no desmayen, como no desmayó él, hasta lograr su cumplimiento.
Y más recientemente participó en el Diplomado sobre Fuentes no convencionales de energías renovables (FNCER) y Desarrollo Humano Sostenible liderado por el Ministerio de Minas y Energía, con el apoyo técnico y el concurso del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) y la Universidad de La guajira. Al término del mismo manifestó que dicha capacitación “fue un escenario importante para conocer sobre la generación de las distintas fuentes de energía y el tema indígena en la consulta previa…Allí se generó un espacio interesante para poder opinar, dar nuestros puntos de vista y buscar alternativas de solución a temas a los que podamos anticiparnos”.
Posteriormente, en una entrevista que dio para los medios, John Jairo, que no le guardaba agua en la boca a nadie y tampoco tragaba entero le cantó la tabla a las autoridades, particularmente al Ministerio del Interior, por su negligencia a la hora de apoyar y acompañar a las comunidades indígenas en los procesos de consulta previa en los proyectos para instalar en sus territorios los parques eólicos y las líneas de transmisión.
Él fue enfático al manifestar que “nuestro argumento es que no estábamos en contra de la realización de los proyectos de energía eólica sino en contra de la forma como se pretendía realizar en contra de los intereses presentes y futuros de una Comunidad Indígena, a la cual la Corte Constitucional había declarado mediante la Sentencia T-302 el estado de cosa inconstitucional, por la cual, el Pueblo Wayuu requiere de especial atención para no seguir deteriorando su nivel de vida por todos los años de abandono estatal que como Pueblo originario viene padeciendo”. Y lo dijo en su calidad de representante legal de las Autoridades Tradicionales Wayüu WUIMPALA.
Deploramos la temprana partida de John Jairo y le expresamos nuestras sentidas condolencias a su esposa Diana Luz Sotomayor, a sus hijos John Camilo, John Jairo, Nábila, Tiphany, Sabrina, Jasay y Brianna, así como a sus nietos Pablo Andrés, Victoria, Rafaella, Camila Graham y demás familiares. Paz en su tumba!