Por Pedro Arteta Bonivento

Cuando nos enteramos del retorno del gobernador Nemesio Roys Garzón lo consideramos oportuno. Eso nos ahorra más de $30 mil millones de pesos que le costaría al Estado una gobernación atípica, sin dejar de lado los excesivos traumas a la administración gubernamental.

De hecho, un porcentaje muy grande de guajiros lo ha visto bien, incluso hasta sus contradictores, lo que no comprendemos es que ese retorno se encuentre rodeado de tantos resentimientos, burlas, bochinches y rabietas.

Cada reacción de nuestro gobernador está acompañado de innecesarios señalamientos, solo pensando en sus enemigos y en cobrar venganza; desde nuestra visión estamos esperando a un gobernador con ecuanimidad, con justicia, con sosiego, que no segregue, que no discrimine, que no divida, que actúe rápido por el equilibrio financiero de La Guajira, que disminuya la hambruna y la pobreza extrema que estamos pasando.

Gobernador La Guajira no es una finca que le pertenezca a alguien en particular, es necesario que le aplique humildad a su mandato, es obligatorio que la mire con equilibrio, todos los guajiros seguimos padeciendo demasiadas dificultades con los estragos que nos dejó la pandemia, lo que menos queremos ahora es un gobernante que nos irradie tanto resentimiento y odio al prójimo, hay muchas obras pendientes, promesas hechas por usted que debe acometer de inmediato, y muchas cosas por hacer en una tierra que no tiene nada, no pierda su tiempo en actitudes innecesarias que en nada nos permiten mejorar nuestra condición de vida para superar la inmensa crisis que estamos padeciendo.

Gobernador, ya párele a sus peleas, bochinches y rabietas…! Dedíquese a administrar, a gestionar, olvide y perdone, es de hijos de Dios conceder el perdón, la venganza genera más odios y más retaliación, no divida más esta tierra, si Dios ya le dio un escarmiento acátelo, aprenda y vuélvase más espiritual.