Cuatro años después de que Cerrejón comenzara el proyecto de modificación parcial del arroyo Bruno, el nuevo cauce ha permitido crear un corredor de biodiversidad de 24 kilómetros que va entre la reserva forestal de Montes de Oca y el río Ranchería.
Gracias al minucioso diseño y ejecución del proyecto, el arroyo mantiene su flujo de agua, lo que ha permitido que ya se hayan identificado más de 390 especies de animales y hayan crecido más de 12.000 árboles, 2.000 de los cuales han nacido de forma natural. Cabe destacar que para su cuidado, firmamos un acuerdo de conservación con la comunidad indígena de Tigre Pozo, lo que permite cuidar este cuerpo de agua desde su nacimiento.
Entre los animales identificados se han encontrado 154 tipos de insectos, 120 de aves, 58 de anfibios y reptiles, 32 de peces y 30 de mamíferos. Entre todos, destacan los cuatro avistamientos de jaguar, entre los que hay un cachorro, lo que confirma que el arroyo mantiene las condiciones idóneas para que esta especie, indicadora del buen estado del ecosistema, encuentre refugio, agua y alimentación.
“Hoy, más que nunca, el arroyo Bruno está muy vivo y lo demuestran las más de 390 especies de fauna como el tigrillo y el venado, así como más de 70 especies de plantas nativas presentes en la zona, dentro de las que se destacan el roble, el ébano, el algarrobillo, el puy y el ollita de mono. Nos sentimos orgullosos del buen estado y conservación del nuevo cauce, el cual es un ejemplo para el país de que es posible unir la ecología y la ingeniería para hacer minería de manera responsable con el medio ambiente y las comunidades”, manifestó Luis Madriñan, gerente de Gestión Ambiental de Cerrejón.