La firma se cumplió en Riohacha, con la presencia de representantes de cada una de las instancias involucradas en el proceso.

El presidente de la República, varios de sus ministros, la Gobernación de La Guajira, las empresas de energías alternativas y las comunidades indígenas, suscribieron un acuerdo conjunto para el avance de los proyectos estratégicos con vinculación de las comunidades ancestrales.

El acuerdo se suscribió en total por 140 autoridades indígenas del área de influencia de los proyectos, 12 empresas desarrolladoras, una agremiación, así como representantes del Gobierno Nacional, local y la cooperación internacional.

Durante el evento, el presidente les propuso a las empresas del sector energético presentes en La Guajira, un nuevo modelo de asociatividad permanente en el que las comunidades wayuu sean aliadas de los proyectos de energías limpias que se adelantan en el departamento.

De acuerdo con el Jefe de Estado, el proceso que rige en la actualidad no funciona, pues las comunidades participan una sola vez en el proceso y no vuelven a ser tenidas en cuenta, cuando debe ser todo lo contrario, contar con ellas y así garantizar la sostenibilidad de los proyectos a lo largo del tiempo.

Es por esto que el Mandatario planteó “un pacto wayuu permanente –que aquí se le denomina pacto energético–. Implica una asociatividad, es decir, la comunidad wayuu, las asociaciones wayuu, etcétera, deben ser socias de los proyectos. Al ser socias, parte de la utilidad pasa a las comunidades y entonces, durante 10, 15 o 20 años –lo que dure–, va a tener un flujo permanente para que esas comunidades vayan resolviendo problemas, de los más agudos a los menos”.

Así mismo, el presidente Petro indicó que le pidió a Ecopetrol ser pionera en este esquema.

“Estos modelos que a mí me gustaría que empezáramos a ensayar, quizás Ecopetrol debe dar los primeros pasos porque estos nos podrían llevar ya no a 2.5 sino a 6 y 8; 6 nos da $30 billones de inversión, o sea, USD7 mil millones. Da una utilidad en tierras guajiras, más o menos USD700 millones anuales que van cambiando en el tiempo porque los costos fijos van decreciendo, ¿cierto? Se van reemplazando por el mantenimiento, pero Ecopetrol debería dar un paso alrededor de este tipo de asociatividad con las comunidades”, expresó.

Es importante señalar que, en la actualidad, se desarrollan 21 proyectos de generación de energías renovables (eólicos y solares) en La Guajira, con punto de conexión asignados por la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME), al igual que un proyecto de transmisión de energía eléctrica (Colectora).

Finalmente, el presidente recalcó el potencial de generación de energía de esta zona del país y su papel estratégico para la soberanía energética.

“La Guajira, ya lo dijo la Ministra (de Minas y Energía, Irene Vélez), los datos que yo tengo es que tiene un potencial de 25 gigas. Colombia toda consume en un año más o menos unas 18 gigas, es decir, con sólo la energía limpia de La Guajira, en su máximo, podríamos reemplazar toda la generación eléctrica de Colombia, incluido las hidroeléctricas, Hidroituango y todo ese tipo de proyectos que en su tiempo fueron motivo de discusión”, precisó.

Tomó agua de la Alta Guajira y se enfermó (en recuadro)

El presidente Petro confirmó en el evento de la firma del pacto por la Transición Justa, que el miércoles tuvo afecciones de salud.

Al inicio de su intervención el primer mandatario señaló que durante su estadía en Uribia el martes, ingirió algún refrigerio, preparado con agua de las comunidades indígenas y sintió malestares.

Su estado de salud no le permitió, según él, acudir a los eventos de las primeras horas del martes en Dibulla y a la reunión con los palabreros en Riohacha y solo apareció a la mitad de la tarde en la biblioteca Héctor Zalah Zuleta, donde señaló que escuchó casi la mayoría de las intervenciones que le antecedieron, por el grado de malestar y deshidratación en el que se encontraba.

La situación le sirvió para analizar ante el país, la realidad que enfrentan a diario centenares de madres indígenas que ven el padecimiento de sus hijos por la calidad del agua y la situación alimentaria. “Entonces estaban ahí acostado oyéndolos y me preguntaba: ¿qué pensará una madre wayuu cuando tiene a sus hijos exactamente con ese tipo de enfermedades, deshidratación y que, contrario a lo que me pasa, los lleva a la muerte? Miles de niños y niñas han muerto en La Guajira. No exactamente de falta de comida, propiamente, sino exactamente de falta de agua de calidad”… “¿Qué pensará esa señora cuando escucha empresarios o allá en los periódicos o en las emisoras, hablar de centenares de millones de dólares de inversión en La Guajira, mientras sus niños y sus niñas están muriendo, siendo ella y sus niños y sus niñas los verdaderos dueños del territorio?”, fue el inicio de la reflexión del primer mandatario.