El 20 de noviembre, al cumplirse el primer aniversario del fallecimiento del compositor Romualdo Brito López, la fundación que lleva su nombre, tributó, en compañía de varias instituciones, un homenaje póstumo a su memoria y al inmenso legado que dejó para el folclor nacional.
La Alcaldía de Riohacha, la Fundación Romualdo Brito López y la emisora Cardenal Stereo, desplegaron una programación que contó además con entregas de reconocimientos de instituciones como la Gobernación de La Guajira, la Asamblea Departamental, la Universidad de La Guajira, las alcaldías de Riohacha y la Jagua de El Pilar.
La programación se inició el viernes 19 de noviembre, con una tertulia en honor a la obra musical del compositor de más de 1.500 piezas del vallenato y otros géneros, en su mayoría grabadas. La disertación estuvo dirigida por Luis Eduardo Acosta Medina y Giovanny Rivadeneira Ramírez.
El sábado, familiares, amigos, compositores y autoridades, estuvieron en los actos solemnes del primer aniversario de su fallecimiento, en la Catedral Nuestra Señora de los Remedios, donde se efectuó una eucaristía y una ofrenda floral.
En la tarde, en el auditorio de la Institución Educativa, Almirante Padilla, que lleva el nombre del juglar, se realizó el conversatorio “Vida e Ingenio del Compositor Romualdo Brito López”, que contó con la presencia de varios de los más reconocidos compositores de música vallenata.
En la noche, la plazoleta de la misma institución fue el escenario de “Noche de Remembranzas”, donde los acordeoneros, cantantes y compositores que lo acompañaron en su amplia carrera musical, entonaron las más significativas piezas musicales de su autoría.
Romualdo Brito López nació en Tomarrazón, en 1953. Toda su vida estuvo dedicada a dejar plasmadas en piezas musicales sus vivencias, emociones, pensamientos y desamores, en más de 1.500 canciones, grabadas por generaciones descollantes de cantantes de géneros como el vallenato, la cumbia, el porro y la champeta, entre otros.
Aseguraba que su gran orgullo era haber nacido en una tierra y en una época donde la naturaleza y la pureza de los sentimientos se conjugaban para ser producto de la inspiración musical de muchos juglares.
Con una mezcla entre poesía y picardía, sus composiciones fueron grabadas por diversos grupos vallenatos que se impusieron en los primeros lugares.
En su voz se conocieron más de 18 trabajos discográficos, que produjo al lado de reconocidos acordeonistas como Beto Molina, Isamel Rudas, Víctor Reyes, Franco Arguelles, El Chane Meza y Ponchito Díaz, entre otros.
Rafael Ricardo y Otto Serge fueron tal vez unos de los primeros que hicieron sonar los éxitos del cantautor riohachero. Señora Mia, fue uno de sus primeros éxitos, tras del cual vinieron otros interpretados en las voces de Diomedes Días, como Mujereando, Señora Caracas, Eso no es Na ó La misma Vaina.
Jorge Oñate tuvo en sus listados varias producciones de Brito López, entre ellas se destacan, Maluquito pero sabroso, Llegó tu marido y Decídete Cariñito.
Los Hermanos Zuleta también han llevado a los estudios varias de sus creaciones. La Marimonda, Cabecita Loca, La Cuchilla y Mama Luna Dame Pan, entre otras han sido interpretadas en la voz de Poncho Zuleta.
Jorge Celedón, Iván Villazón, el Binomio de Oro de América y Los Embajadores del Vallenato, también han grabado las composiciones de este creador musical, que luego se han convertido en verdaderos éxitos musicales, como El Santo Cachón grabado por los embajadores del Vallenato, en 1994.
En el primer aniversario de su sentida partida, fueron develados en Riohacha dos murales que se convertirán en un nuevo atractivo para la ciudad; el primero es una hermosa obra patrocinada por la Administración Distrital, del artista Luis Manuel Rodríguez Díaz, el cual lleva por nombre, “el ingenio de un poeta”.
El segundo hace parte del proyecto galería de artes y es una intención del cultor riohachero Giovani Rivadeneira. Ambas obras, pueden visitarse en la plazoleta de la Institución Educativa Liceo Padilla.
En los actos solemnes, su hijo, Luis Esteban Brito Guerra y su esposa, Isabel Guerra, su compañera por más de 40 años, fueron los encargados de recibir los reconocimientos en el marco de este homenaje póstumo.