El niño murió en un traslado a Santa Marta.

Cuando era trasladado en una ambulancia desde Riohacha a Santa Marta, falleció el niño Matías Guerrero Fernández, quien llevaba algunos días internado en una clínica por problemas gastrointestinales.


Familiares del menor presentarán una demanda por presuntos actos de negligencia médica en el procedimiento de traslado, así como por no tener en cuenta conceptos médicos según los cuales el niño no debía ser trasladado a otra ciudad.


El pequeño Matías ingresó a una clínica de Riohacha el sábado 5 de mayo, por problemas gastrointestinales que los galenos de turno confirmaron eran producto de una apendicitis.

Una de sus familiares, María Isabel Guerrero Ariza, relató en redes sociales el viacrucis que padecieron con la situación del pequeño que en un primer ingreso a urgencias fue dado de alta, con diagnóstico de afección viral. En ese momento, señala la familiar, presentaba fiebre, diarrea y vómito. Tras persistir con los síntomas fue internado nuevamente y fue operado por una apendicitis que se convirtió en peritonitis y que le había afectado varios de sus órganos.

El menor, según el diagnóstico, también presentaba una infección urinaria y luego de la operación fue trasladado a Santa Marta, donde sería internado y atendido en una UCI pediátrica ante la ausencia de salas de este tipo en Riohacha.

La vida del niño se apagó en medio del traslado el pasado sábado 13 de mayo. El niño falleció tras un paro respiratorio, al reportarse, por fallas técnicas, la desconexión repentina de uno de los aparatos de la ambulancia donde era trasladado.

La demanda penal la interpondrán los padres del menor, quienes consideran que en el proceso de atención del niño hubo muchas irregularidades, más aún cuando hubo una sustancial mejoría tras la cirugía de peritonitis y su evolución era favorable, pero el intensivista no recomendaba el traslado a otra sede hospitalaria por las condiciones del menor y aún así el traslado se autorizó y se inició el sábado con el triste desenlace.

Matias era el menor de dos hermanitos, del hogar conformado por Juan Carlos Guerrero Zambrano, de oficio conductor y Linda Karina Fernández, regente de farmacia. Su hermano mayor, de 11 años de edad, y su mamá, tras el lamentable suceso, se residenciarán en Santa Marta.

Los familiares del pequeño señalan que hubo muchas inconsistencias como la idoneidad del personal que acompañó el traslado, las condiciones de la ambulancia y la falta de atención al estado del pequeño que se encontraba recuperándose de una cirugía, motivos que serán expuestos en la demanda contra la clínica y la empresa de ambulancias.