Por Amylkar Acosta M.

La seguridad alimentaria consta de tres elementos esenciales: el primero es la disponibilidad de los alimentos; el segundo, el acceso a los mismos, y tercero, la estabilidad o sustentabilidad, entendida esta como la garantía del primero y el segundo a lo largo del tiempo, que no sea intermitente. Como lo veremos, la seguridad alimentaria más que un problema de disponibilidad de alimentos es un problema de acceso a los mismos y este está determinado por el nivel de ingresos, el cual a su vez está correlacionado con el nivel de empleo.

Según  el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas para Colombia, Carlos Scaramella, “en Colombia el 30 % de la población se encuentra en una situación de inseguridad alimentaria moderada o severa, es decir, 15.5 millones de personas no tienen acceso a alimentación adecuada y tienen dificultades para cubrir sus necesidades básicas, por lo que deben recurrir a estrategias de consumo insostenibles y enfrentar condiciones de escasez de alimentos, hambre y malnutrición”. 

Al desagregar las cifras se observa que los departamentos con mayor prevalencia de los altos índices de inseguridad alimentaria son los de la región Caribe, encabezados por Córdoba (70 %), Sucre (63 %), Cesar (55 %), Bolívar (51 %) y La Guajira (50 %). Ello en razón de que los altos niveles de desempleo y la informalidad que priman en estos departamentos se traducen en la gran precariedad del ingreso y esta afecta el poder adquisitivo y en consecuencia el acceso a los alimentos.

La tendencia de esta tragedia humanitaria es hacia el agravamiento, dada la constatación de que el 35 % de los hogares en Colombia disminuyeron sus ingresos en los últimos 12 meses, que casi la mitad de estos (46 %) tienen ingresos por debajo de la línea de pobreza nacional, al tiempo que el 51 % de las familias tuvieron que reducir el tamaño de las porciones de alimentos y otro 42 % el número de comidas al día. Según la última medición de la Encuesta Pulso social del Dane, en diciembre de 2022 el 73,5 % de los hogares colombianos (6.2 millones) comen en promedio 3 veces al día, 15.4 puntos porcentuales por debajo de diciembre de 2019. De hecho, según el mismo Informe del PMA, en Colombia el 40 % de la población consume dos o menos comidas al día, más de la mitad de los hogares tuvo que reducir la porción de las comidas y el 67 % de los hogares tuvo que utilizar una estrategia para afrontar el hambre”. 

El colmo de esta preocupante situación es que la inseguridad alimentaria, la malnutrición, la desnutrición y el hambre en Colombia se han ensañado en la niñez. Según datos del Instituto Nacional de Salud (INS), en el 2022 se presentaron 21.337 casos de desnutrición aguda en menores de 5 años y 309 niños murieron como consecuencia de la desnutrición, 111 más que los registrados en 2021.