“De mi amiga Jodi comprendí que, aunque estemos separados por océanos, nuestras luchas y soluciones pueden ser las mismas. Su valentía y creatividad para enfrentar la crisis del agua en Australia me inspiran a buscar nuevas formas de ayudar a nuestra comunidad en La Guajira”. Hiroshi Ipuana Wang.

Hiroshi Ipuana Wang, el wayuu nacido en Japón, se encontraba en el aeropuerto de Narita, listo para embarcarse en su próximo viaje. Esta vez, su destino era Oceanía, un continente lleno de misterios y culturas ancestrales. Hiroshi había oído hablar mucho sobre la rica herencia de los aborígenes australianos y estaba ansioso por aprender más sobre sus creencias y prácticas.

Al llegar a Sídney, Hiroshi fue recibido por Jody Amady, una joven australiana apasionada por la cultura aborigen y activista por los derechos del agua. Jody había crecido en una comunidad cercana a los pueblos aborígenes y había dedicado su vida a luchar por el acceso al agua potable para estas comunidades.

“Bienvenido a Australia, Hiroshi,” dijo Jody con una sonrisa cálida. “Estoy emocionada de mostrarte nuestra tierra y compartir contigo las historias y las luchas de los aborígenes.”

Hiroshi y Jody comenzaron su viaje hacia el interior del país, donde se encontraban muchas de las comunidades aborígenes. Durante el trayecto, Jody le habló a Hiroshi sobre el animismo, la creencia de que todos los elementos de la naturaleza tienen un espíritu. “Para los aborígenes, cada árbol, cada río y cada montaña tiene un espíritu que debe ser respetado,” explicó Jody. “Esta creencia fomenta un profundo respeto por la naturaleza y una conexión espiritual con la tierra.”

Hiroshi estaba fascinado por esta perspectiva. “En mi cultura wayuu, también tenemos un gran respeto por la naturaleza,” dijo. “Es increíble ver cómo diferentes culturas pueden compartir valores similares.”

Al llegar a la comunidad aborigen, Hiroshi y Jody fueron recibidos con una ceremonia de bienvenida. Los ancianos de la comunidad compartieron historias del Tiempo del Sueño, la base espiritual de los aborígenes que explica la creación del mundo y la conexión con la naturaleza. Hiroshi se sintió profundamente conmovido por estas historias y por la forma en que la comunidad valoraba sus tradiciones y su historia.

Durante su estancia, Hiroshi participó en varios cursos de sociología organizados por la comunidad. Estos cursos examinaban las estructuras sociales y las relaciones comunitarias de los aborígenes, destacando la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo. Hiroshi aprendió cómo los aborígenes valoraban la comunidad y fomentaban relaciones fuertes y significativas con quienes les rodeaban.

“Es inspirador ver cómo la comunidad se apoya mutuamente,” comentó Hiroshi. “Creo que este es un mensaje poderoso que podemos llevar a nuestras propias comunidades.”

Jody, por su parte, compartió con Hiroshi su lucha por el agua. “El acceso al agua potable es un derecho humano básico, pero muchas comunidades aborígenes aún luchan por obtenerlo,” explicó. “He dedicado mi vida a esta causa porque creo que todos merecen tener acceso a agua limpia y segura.”

Hiroshi admiraba la dedicación de Jody y su pasión por ayudar a los demás. “Tu lucha es noble y necesaria,” dijo. “Espero que juntos podamos hacer una diferencia.”

A lo largo de su viaje, Hiroshi también reflexionó sobre los malos hábitos que podían dejar atrás. “Creo que uno de los malos hábitos que debemos eliminar es la falta de respeto por la naturaleza,” dijo. “Debemos aprender a vivir en armonía con nuestro entorno y respetar los espíritus de la naturaleza, como lo hacen los aborígenes.”

Jody asintió. “También debemos dejar atrás la indiferencia hacia las luchas de los demás,” añadió. “Es importante ser conscientes de las necesidades de nuestra comunidad y trabajar juntos para encontrar soluciones.”

Al final de su viaje, Hiroshi se sintió enriquecido por las experiencias y las lecciones aprendidas. “Este viaje ha sido una revelación,” dijo. “He aprendido tanto sobre la importancia de la comunidad, el respeto por la naturaleza y la lucha por los derechos básicos. Espero poder llevar estas lecciones a mi propia comunidad y ayudar a inspirar un cambio positivo.”

Jody sonrió. “Estoy segura de que lo harás, Hiroshi. Tu espíritu y tu dedicación son contagiosos. Gracias por venir y compartir este viaje conmigo.”

Con un corazón lleno de gratitud y nuevas perspectivas, Hiroshi se despidió de Jody y de la comunidad aborigen, listo para su próxima aventura y para seguir compartiendo sus experiencias con el mundo.