Mientras realizaba su habitual rutina de natación, falleció, por causas indeterminadas aún, la reconocida odontóloga riohachera, Ana Elizabeth Mendoza Arredondo.

La mujer, quien ayer se encontraba de cumpleaños, era mella, con la también reconocida profesional de la bacteriología, Ana Maritza Mendoza.

El deceso de la profesional de la salud se produjo hacia las 6 de la mañana, en inmediaciones del muelle turístico de la capital guajira, donde, desde hace tres años, realizaba un recorrido de aproximados 700 kilómetros nadando, en los alrededores del muelle.

Minutos antes de la tragedia.

Acompañada por el experto nadador, Eugenio Argote, Ana Elizabeth en la mañana de ayer miércoles, previo a su ingreso al mar, consumió maní y frutas y al momento de realizar la rutina, le relató a su acompañante que sentía una molestia en la garganta.

Cuentan los testigos, e integrantes del grupo de salvavidas, que Ana Elizabeth había adquirido una gran destreza en el agua, a donde ingresaba con todas las medidas de seguridad y siempre acompañada.

Relatan, además, que luego de unos metros de recorrido en el mar, manifestó sentirse mal y se dispuso, en compañía de Argote, a salir del agua.

Cuando ya se encontraba en la orilla se desplomó. Intentaron labores de reanimación y en breves segundos y al comprobar que le fallaban los signos vitales, fue llevada a la clínica Cedes, donde se confirmó su deceso.

Ana Elizabeth era integrante de una reconocida y muy apreciada familia riohachera, conformada por José Manuel Mendoza (fallecido), y Yolanda Arredondo.

Tenía cuatro hermanos: Ana Maritza, Rosmery, Yolanda, José Manuel y  Yasith Mendoza Arregocés, todos representativos profesionales que han laborado con lujo de competencias en distintas entidades públicas y privadas en el departamento de La Guajira.

Era madre de tres hijos, del hogar conformado con el oftalmólogo Jorge Rodríguez, con quien emprendió, hace varios años el manejo de un centro médico particular, ubicado en la calle ancha de Riohacha.

Boris Pinzón Redondo, presidente de la fundación Guajira Aventura que tiene a cargo la vigilancia y atención de las emergencias con salvavidas en el sector, señala que es prudente esperar el parte médico sobre las causas del deceso, pues las calidades de nadadora de la profesional guajira y las condiciones de seguridad en las que practicaba el deporte, no permiten inferir que se haya tratado de una muerte por ahogamiento.

Ayer, en el fatídico día de su deceso, Mendoza Arredondo cumplía 63 años de vida. Antes de ingresar al mar, sus compañeros de la Liga de Natación de Riohacha, le cantaron el feliz cumpleaños, la grabaron con sus celulares, y esperaron, como siempre, que tomara en el mar todos los elementos de protección: flotador, boya torpedo y las aletas.

Hasta el momento, ni medicina legal, que recibió el cuerpo una vez entregado por la clínica, ni el centro asistencial donde fue llevada luego del suceso, han revelado las causas de este fallecimiento que ha lamentado gran parte de la comunidad guajira.

Ana Maritza es recordada por sus allegados por su trato dulce, por una alegría desbordante y una gran tenacidad en cada una de las metas que se trazaba. Era una ciudadana comprometida con el bienestar de su terruño, al que siempre mostraba como un lugar ideal, con muchas cosas por mejorar. Por esta razón, era común notarla en causas sociales y civiles en procura del bienestar de la ciudad.