Por Luis Alonso Colmenares
Para opinar no hay que ofender. Con toda la libertad exponga sus argumentos y defienda de manera civilizada sus criterios. Pero también hay que respetar los derechos que tenemos los demás, porque todos somos iguales para opinar. Y por eso no caben las ofensas sino los argumentos.
Me cayeron en gavilla los sanjuaneros porque les incluí al municipio en la lista de la irresponsable distribución de recursos que hizo el gobernador Nemesio Roys, con mas de $300 mil millones provenientes de las regalías, para invertir en obras de ornamentación y de instalaciones deportivas que terminarán como elefantes blancos por la falta de planeación y mantenimiento.
Desconocieron los criterios de la Ley 2056 del Sistema General de Regalías, en el sentido de que los proyectos deben concordar con el Plan Nacional de Desarrollo y los planes de las entidades territoriales, además de cumplir con el principio de Buen Gobierno y las características de “Pertinencia, Viabilidad, Sostenibilidad, Impacto, Articulación con planes y políticas, y Mejoramiento”.
Eso no me lo inventé yo. Es la ley. Y hay que cumplirla porque no estamos en una anarquía sino en un Estado social de derecho.
De manera respetuosa le pregunto a los sanjuaneros que eligieron como alcalde al ingeniero y especialista en contratación estatal Álvaro Díaz, si tienen conocimiento que durante la campaña se hubiera comprometido con la remodelación de la plaza de San Juan del Cesar, a través del programa de gobierno que inscribió en la Registraduría, conforme al numeral 1° del artículo 39 de la Ley 152: “El Alcalde o Gobernador elegido impartirá las orientaciones para la elaboración de los planes de desarrollo conforme al programa de gobierno presentado al inscribirse como candidato”.
Porque de otra manera se podría pensar que el candidato se hizo elegir con unas propuestas y ahora como alcalde va a llevar a cabo otras obras.
Hay argumentos técnicos que no están contra el proyecto de renovación en si mismo, sino contra la cantidad de recursos que se van a utilizar, porque van a tener que poner la plaza patas arriba para poderla gastar toda.
Se hizo una convocatoria de licitación pública 008-2021 sin tener en cuenta la reglamentación contenida en la Ley 2022 relacionada con los pliegos tipo que son de uso obligatorio.
Entre las observaciones que pusieron en conocimiento del alcalde Álvaro Díaz, que es especialista en contratación estatal, sobresalen las siguientes:
1) El área a demoler, excavar, y rellenar es similar al área total del parque incluyendo sus vías perimetrales. Es decir, proponen tumbarlo todo y hasta lo que no existe.
5) El aseo general del área se llevará a cabo en 40.000 metros cuadrados pero el área de la plaza de Bolívar es de 10.140 metros cuadrados. Entonces?
6) Van a intervenir 30.000 metros cuadrados de piso en un área que solo tiene 10.140 metros cuadra-dos. Esto qué es! Una plaza de tres pisos?
7) Y finalmente, como consecuencia de los aspectos anteriores, y otros que no menciono aquí, se ha podido establecer que el proyecto tiene unos posibles sobre costos por mas de $1.400 millones. Infiero que la razón de todo no podrá ser distinta que la de aumentar el presupuesto de manera artificial.
Hay que revisar ese proyecto y conformar una veeduría ciudadana que incluya personas de reconocida idoneidad, juntas de acción comunal, residentes del marco de la plaza, etcétera.
No se pueden invertir cerca de $12.000 millones habiendo otros problemas relacionados con temas de servicios públicos, infraestructura de salud, de educación, vías, etcétera.
Reitero lo que dije: qué hubo ahí; donde quedó la planeación; cuál es la conveniencia; a quién le quieren hacer el favor; por qué no quieren utilizar el procedimiento de pliegos tipo; en fin, son muchas las preguntas.
Pero no la emprendan en gavilla contra mi con el argumento de que mire los problemas de Villanueva. Ese no es argumento porque también soy guajiro y solo tengo el interés de opinar e informar.
No hay duda que esto lo tienen que resolver los sanjuaneros. Pero como dijo el gran filósofo de La Junta: “se las dejo ahí”.