El pago se hará después de las elecciones locales de octubre: 500.000 pesos, por una vez para todas las familias.
El Gobierno del Cambio, a través de Prosperidad Social, entregará una transferencia monetaria no condicionada a 30.000 familias con niños y niñas en primera infancia o madres gestantes, de las comunidades wayuu, en La Guajira. Esto será posible en el marco del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, que fue declarado en ese departamento.
Los detalles técnicos de la transferencia, anunciada en días recientes por la directora general de Prosperidad Social, Laura Sarabia, fueron entregados por la directora de Transferencia Monetarias, Yohanna Cubillos, en rueda de prensa convocada hoy por la entidad.
“Buscamos garantizar a estas familias los recursos para acceder a una canasta básica de alimentos, y mitigar la situación de desnutrición y de hambre en el departamento”, dijo Yohanna Cubillos.
La transferencia de 500.000 pesos se realizará después de las elecciones de octubre. El Gobierno invertirá en esto 15.000 millones de pesos. Hay 27.000 hogares que están identificados, y recibirán el pago en la primera semana de noviembre. Los otros 3.000 hogares serán seleccionados en una búsqueda que Prosperidad Social comenzará la próxima semana en la alta Guajira. La entidad construyó una base de información a partir de:
– Las fuentes de datos certificadas por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el Ministerio de Salud y Protección Social, el Ministerio del Interior, la Unidad para las Víctimas y los programas que atienden población indígena en Prosperidad Social.
– La identificación de familias en territorio: Prosperidad Social, el Ministerio del Interior y las autoridades indígenas realizan la recolección de información en territorio, para identificar a la población potencial beneficiaria en el departamento.
Este el primer paso de una medida a largo plazo. Luego, estas familias ingresarán a Tránsito a Renta Ciudadana, para recibir la transferencia del programa en diciembre, y, el próximo año, harán parte de Renta Ciudadana, que es el programa ordenado por el Plan Nacional de Desarrollo, explicó Cubillos.
Estos hogares no estaban en los registros de beneficiarios de Prosperidad Social. Al ingresar a los programas, la entidad generará para ellos un acompañamiento que les ayudará a adquirir y generar capacidades en su contexto y entorno. “Toda la intervención respetará sus creencias y sus costumbres, y permitirá superar la situación de hambre y desnutrición”, agregó Cubillos.
El equipo de la Dirección de Transferencias Monetarias de Prosperidad Social evalúa la mejor manera para realizar el pago de esta transferencia monetaria. “No en todas las comunidades hay capacidades de llegar a los puntos de pago. Unas zonas requerirán cajas especiales; otras, medidas de pago particular, que debemos diseñar con cuidado”, dijo Cubillos.
Todo el diseño de la medida especial respondió a acuerdos con representantes de las comunidades. “Hemos trabajado esas transferencias conjuntamente: las salidas a territorio son acordadas con las comunidades, y estamos elaborando conjuntamente planes comunitarios étnicos, para promover que los recursos se utilicen para el fin que se está entregando. Queremos promover ecosistemas alrededor de las transferencias, para que los días de pago haya mercados, que haya dinámicas de las economías populares y locales”, expresó Cubillos.
Esta transferencia es específicamente para las comunidades wayuu que están en el departamento, porque depende del decreto de emergencia para La Guajira. Sin embargo, el ejercicio y las lecciones aprendidas servirán para el diseño de lo que será Renta Ciudadana.