Ante los anteriores hechos hoy los colombianos debemos reflexionar sobre qué sistema de salud le conviene a la Nación.
Por Edgardo Mejía Herrera
El Sistema General de Seguridad Social en Salud – SGSSS en Colombia ha pasado por varios facetas, antes del año 1993 el sistema de salud estaba fragmentado, así, en el orden territorial, los departamentos y municipios atendían la salud de sus empleados en las Cajas de Previsiones Departamentales y Municipales respectivamente, en el orden Nacional estaba el Instituto de los Seguros Sociales – ISS en donde se afiliaban los funcionarios del Estado del orden central y algunos trabajadores del sector privado, la Caja de Previsión Social de Comunicaciones – CAPRECOM, en donde se afiliaban los empleados de la extinta Telecom, entre otras. En aquel entonces el aseguramiento en salud de los colombianos no superaba el 27% de la población, ya que la afiliación al sistema sólo estaba dada para las personas que laboraban directamente a las empresas del sector público y privado.
Con la expedición de la Ley 100 de 1993 la afiliación al sistema de salud se vuelve obligatorio, lo que en la ley se conoce como el Plan Obligatorio de Salud-POS, con esta medida la cobertura en salud pasa de un 27% a un 96% aproximadamente después de expedición de esta ley; La ley creo un sistema en donde las Empresas Prestadoras de Salud-EPS, aseguran a los colombianos del régimen contributivo entendiéndose como tal a las personas que laboran y aportan al sistema para su sostenimiento y el régimen subsidiado para la población prioritaria que por su situación económica no cuentan con ingresos para afiliarse al sistema; por el otro lado se crearon la Instituciones prestadoras de Salud-IPS encargadas de prestar la atención en salud a los afiliados al sistema, en este orden se clasifican las clínicas y hospitales del país.
Si bien el sistema como que se planteó en la ley 100 de 1993, trajo consigo unos beneficios en cobertura de afiliación, por el otro lado conllevó la salud a un ejercicio de negocios en donde las EPS como empresas del sector privado y como es su lógica, funcionan con un espíritu rentístico y aquellas de mayor eficacia, eficiencia y productividad serán las que mayores rendimientos le otorguen a sus accionistas o socios, lo que colocó la atención en salud en contradicción con el rendimiento del negocio, ya que atender plenamente en salud a los colombianos va en contravía a los rendimientos.
Hoy se viene planteando la modificación al sistema de salud, con esta modificación salen a flote dos tendencias económicas que difieren la una de la otra, por un lado se tiene la tendencia neoclásica cuyos postulados son bien argumentados por Milton Friedman y John Maynard Keynes, quienes defienden el libre mercado, y como tal el Estado no debe intervenirlo, por lo que debe ser el sector privado quien lo desarrolle; por el otro lado están los pensadores que como Mariana Mazzucato argumentan los postulados de un “estado emprendedor”, en donde éste no solo sea un expectante del mercado, sino que intervenga en él de manera directa o como asociación público-privada, aprovechando así las inversiones que el mismo estado hace para que se desarrollen los mercados.
Ante estas dos ideologías económicas nos encontramos hoy los colombianos, en la modificación al sistema de salud, estudiar que es lo que más conviene al país invita a que se haga una reflexión sobre los problemas existentes hoy en día en el funcionamiento del sistema de salud, por lo que me permitiré hacer algunas reflexiones sobre estos problemas, y estudiar si ellos se corrigen si el sistema es administrado por el sector público o por el contrario por el sector privado, veamos: La integración vertical, es una práctica utilizada en el actual sistema en donde las EPS quienes pagan los servicios que prestan las IPS a sus afiliados, se integran o las primeras crean las segundas, pagando servicios médicos y de hospitalización por encima de los valores del mercado, obteniendo las EPS ganancias superiores a las demás IPS que no tengan esta integración, además de lo anterior las EPS se encargan de suministrar a las IPS con las cuales tienen esta integración, los demás insumos necesarios para su funcionamiento, lo que convierte oneroso el sistema.
La corrupción en el sistema de salud, hay quienes manifiestan que “el sector público es más corrupto que el sector privado” sin embargo se debe ser consciente que el primero no se corrompe si el segundo no lo propone, esto se puso en práctica con en el Fondo de Solidaridad y Garantías-FOSYGA (público), a través de recobros ilegales o falsos de medicamentos, servicios o intervenciones, así, las EPS (Privadas) en arreglo con quienes administraban FOSYGA (Público), se pagaba a las EPS derechos y servicios inexistente desangrando en millonadas de pesos al sistema de salud, por lo anterior se podría considerar que el problema de la corrupción es cultural y la causan tanto personas vinculadas el sector público como al privado.
El cobro de la Unidad de Pago por Capitación-UPC, la UPC es el valor anual que debe pagar el estado a las EPS por cada afiliado al SGSSS en Colombia, se puso en práctica que las EPS cobraban al estado la UPC de personas fallecidas o de afiliados inexistentes, esto se acabaría si el sistema es manejado por el Estado, ya que no tendría sentido que el mismo Estado obtenga beneficios que no corresponden, con gastos que el mismo debe hacer.
Los retrasos en el pago a las IPS, se volvió costumbre en razón de hacer rentístico el negocio, que las EPS demoran por cualquier circunstancias el pago de los servicios que prestan las IPS a los afiliados de la primera, esta situación ha llevado a la quiebra a muchos hospitales y clínicas, por cuanto estos últimos son los que directamente han venido asumiendo el gasto en la atención de los afiliados de las EPS quienes son las que reciben el dinero de los aportantes del sistema, creándose una relación astuta de las EPS contra las IPS, llevando al cierre de muchas de ellas.
Afiliados al sistema subsidiado de personas con capacidad de pago, en esta práctica no se puede culpar ni a las EPS (Privadas) ni al Estado, en estas prácticas incurre la ciudadanía quienes engañan al sistema haciéndose pasar como habitantes vulnerables y sin capacidad de pagar al sistema, cuando realmente no lo son.
Atención al usuario, como la forma en que está concebido el sistema es para generar utilidades, en la práctica lo que le sirve a las EPS es que sus afiliados no requieran de atención o no se enfermen o evitar el gasto para generar utilidades, de tal manera se instituyó en el país lo que se conoció como “el paseo de la muerte” en donde muchos pacientes que debe atender el sistema se recorren clínicas y hospitales, en donde no son atendidos o por falta de recursos o por falta de convenios con las EPS, muriéndose en el traslado de un lugar a otro.
Ante los anteriores hechos hoy los colombianos debemos reflexionar, ¿sobre qué sistema de salud le conviene a la nación?, un sistema en donde se priorice el dinero por la vida, o un sistema que nos garantice a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección, recuperación de la salud y a la vida como lo establece la Constitución Política de este país.