La directora del ICBF, Astrid Cáceres, expuso el modelo ante dignatarios de la entidad internacional.
La apuesta del Gobierno nacional para realizar cambios en el modelo de atención a la primera infancia y alcanzar la universalización, para que todos las niñas y niños en la etapa de educación inicial tengan acceso a otros servicios necesarios para su desarrollo, como la salud, la nutrición, atención por parte de talento humano calificado, fue presentada por la directora general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Astrid Cáceres, ante el Banco Mundial en Washington.
Previo a ello, Astrid Cáceres expuso la forma como hasta ahora en Colombia se ha prestado el servicio de atención a la primera infancia.
Para lograr el propósito del Gobierno, dijo la funcionaria, es necesario cambiar el esquema financiero, el cual se basa en el modelo canasta-cupo-niño, lo que hace perder la importancia de la atención a las niñas, niños y adolescentes, convirtiéndolo en un negocio. Para realizar el cambio se requieren acciones especiales y generar un sistema de cuidado comunitario con las poblaciones.
El otro ajuste que se requiere es llegar a las comunidades de manera diferenciada, teniendo en cuenta, por ejemplo, que en el país hay 115 pueblos indígenas, 64 lenguas y hay comunidades que con la atención se enfrentan a un choque cultural. Se requiere de un modelo de educación inicial apropiado para sus costumbres y que se construya con ellos mismos.
La meta con la universalización es llegar a 400 municipios afectados por la pobreza y donde existen mayores brechas de acceso y garantía de derechos de las niñas y los niños, y a 26 de ellos, donde se desarrolla el proceso de Paz.
Para concluir la presentación, la directora general del ICBF comentó que el trabajo con la primera infancia en Colombia inició con la organización de las comunidades, en donde surgieron las madres comunitarias. En el país existen más 40.000 personas dedicadas a esta labor. Hay un plan de formalización y profesionalización fuerte, en su mayoría son técnicas en Primera Infancia, hay más de 2000 licencias y seis con maestría. Se está trabajando para que ellas sean trabajadoras del Estado.